Ayer los chubascos y tormentas visitaron la provincia, dejando unos cuantos litros de agua. Buen refresco para algunos cultivos. Después, el ambiente quedó agradable y suave, sin viento. Y la noche fue deliciosa y tranquila. Hoy, de nuevo el sol. Pero ya no será lo mismo, las temperaturas empezarán a bajar poco a poco pero de manera constante. Estamos ya a las puertas del otoño. Y con el otoño, los frutos de muchas plantas y árboles, la caída de las hojas, los nícalos y otras setas, los colores ocres y rojizos…
Y al ponerse el sol, algunos pinares devolvían la humedad al ambiente en forma de suave neblina, como se puede apreciar en la foto. Algo inusual en verano.
