
Esta vez nos hemos ido de excursión a esta comunidad, de origen medieval y ligada a la repoblación del valle del Duero y a distintas escaramuzas entre moros y cristianos. De hecho, cae definitivamente en el lado cristiano con Alfonso VI, que toma Toledo. La comunidad engloba poblaciones que hoy pertenecen a las provincias de Segovia, Soria y Guadalajara nosotros hemos recorrido algunas pertenecientes a las dos primeras.
Como ha sido un trayecto relativamente largo por tierras para nosotros desconocidas, nos quedaremos con lo más importante. En cualquier caso, se trata de una excursión muy recomendable, tanto por razones de paisaje natural como por motivos artísticos y culturales.

Cuevas de Ayllón
El románico
Nos llamó la atención de manera poderosa la multitud de iglesias y ermitas románicas desperdigadas por su geografía. Prácticamente todas las localidades por las que cruzamos tenían su iglesia románica, generalmente en buen estado. Lógicamente, Ayllón se llevó la palma y en la misma plaza mayor –con sus soportales y fuente- tenemos la iglesia de San Miguel, después pasamos junto a la de San Juan, parte en ruina y otra parte convertida en vivienda. Ya de salida, nos topamos con las ruinas de la ermita Santiago, de la que sólo queda el interior de algunos muros. Y, aunque no sea románico, visitamos la magnífica fachada de El Convento y lo poco que queda del recinto amurallado, de origen musulmán.

Santa María de Riaza
Pero ahí no acaba todo: Languilla, Mazagatos, Ligos, Francos –de lejos-… fueron otros tantos lugares con iglesia románica, sencilla y encantadora. Pero destacaremos uno: Santa María de Riaza, con la iglesia de la Natividad. Y es que al poco de partir de Saldaña de Ayllón por el valle del Riaza, contemplamos en la lejanía un llamativo pórtico que no dejó de atraer nuestras miradas. Al llegar vimos que era una iglesia románica, más grande que las visitadas hasta el momento. Estaba abierta y cruzamos la puerta bajo un arco con cinco arquivoltas… Dentro nos esperaba otra sorpresa: al fondo, presidiendolo todo, una imagen románica de la Virgen sedente con el Niño, tal que una Reina en su trono bajo un arco barroco, donde volvieron a converger nuestras miradas. Le acompaña un conjunto de tablas góticas a modo de retablo y el ábside se encuentra separado de la nave mediante una reja. Artesonados en el techo de la nave. Todo ello elabora un ambiente único, de aspecto sencillo por la perfecta conjunción de elementos de distinta naturaleza.

La sierra
Como telón de fondo, la sierra de Ayllón y Somosierra, con el Pico del Lobo. Pero también –como nos señalaba un vecino- Guadarrama y la Mujer Muerta. Y, hacia el este, las sierras de Burgos y Soria. Un lugar donde se funden las alturas.
No llegamos a subir ningún pico, pero el desnivel alcanzado en la excursión se acercó a los 600 metros, y atravesamos el cañón del río Pedro, de cierta dificultad en el paso del Tronco del Fraile, o el arroyo del Barranco en Ligos. El punto más alto de la excursión lo alcanzamos entre Cuevas y Estebanvela, pero sin llegar a hablar de tú a la sierra.

Charca de la Tejera, en Valvieja
Los ríos
En Languilla saludamos al río Riaza, al igual que en Saldaña. En la primera localidad nos acercamos a la desembocadura del Agurejo, que parecía llevar más agua que el propio Riaza. En Estebanvela a punto estuvimos de sucumbir en una inesperada poza del río Villacortilla, pero el tronco de un árbol sobre este río nos salvó de una segura mojadura…
En el mismo Valvieja nos encontramos con la charca de la Tejera, que seguramente serviría de barrera, pues la localidad cuenta con fuentes y arroyos.

Lavadero de Cuevas
Fuentes
Pasamos por fuentes y lugares deliciosos. Uno de los más llamativos lo encontramos en Cuevas: la fuente manaba de la misma roca con un lavadero prácticamente excavado en piedra. Y todo entre un enorme paredón de la montaña y la ribera del río.

En Torraño
La fuente de la Rolesilla nos sorprendió en Francos, y la del Cubillo en Valvieja. Tampoco olvidaremos la fuente en plena plaza mayor de Ayllón y la fuente urbana de Santa María de Riaza, por no hablar de la fuente del Pilar en Torraño, que mantenía un lavadero enrome. En él cabrían aproximadamente unas 50 lavanderas, como si la localidad tuviera más de 50 vecinos, cuando en realidad no tendrá más de diez habitantes.
Otros paisajes
No nos detuvimos antes las pinturas rupestres de Cuevas, pero sí contemplamos la enorme pared vertical de caliza en la que se encuentran. Descubrimos numerosas tenadas en los más variados lugares, la mayoría ya en estado de avanzada ruina. También cruzamos por antiguas cañadas reales de la Mesta, pero ¿dónde están los ganados y pastores de antaño? ¡No vimos más de un rebaño de ovejas, tres vacas y dos caballos!

De una tenada cerca del río Pedro
En fin, fue un trayecto de lo más sugerente, lleno de subidas y bajadas, con la historia y el arte que surgían en lugares inesperados y con un paisaje de valles, ríos y montañas. Así es Ayllón y su tierra. Hasta nos pareció ver la figura de un conde o una condesa castellanos entrando en una de las ermitas:
Entro en la ermita con muy grand devoçion, Finco los sus finojos e fizo su oraçion De los ojos llorando fizo su petiçion… |
Y este fue el trayecto seguido.
