Los pinos y las encinas no se quitan nunca su ropaje. A estas alturas del año, los almendros, sauces, chopos, álamos comienzan a vestirse de verde. Pero los robles, a pesar de que son primo hermanos de las encinas, siguen completamente desnudos. Hasta mayo no se animarán a cubrirse. Ahí los tenemos, parece que están secos pero no, simplemente esperan su momento para llenarse de hojas. El campo que vemos está próximo al monte de Las Liebres, en Valdenebro de los Valles. El cereal y el cielo muestran todo su color. Hoy seguramente también lo mostrarán, pero será más difícil contemplarlo. La foto es de hace justo tres años.
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